Branding y branding digital son conceptos similares y, de hecho, van de la mano; sin embargo, eso no quiere decir que sean los mismo.
Para conocer, de manera precisa, las diferencias entre estas valiosas herramientas para las marcas, echa un vistazo a sus áreas de enfoque.
Campos de acción
La gran diferencia entre estos conceptos es que el branding digital, al surgir como una necesidad ante el desarrollo de nuevas tendencias y plataformas, se encarga específicamente de los escenarios del mundo 2.0, como la social media, el marketing de contenidos y el marketing de influencia de las redes sociales.
De hecho, este término que hace referencia a la evolución del branding tradicional, que es el proceso de creación y gestión de marcas capaces de conectar con el público y transmitir sus valores y filosofía.
Mientras tanto, el branding tradicional se centra principalmente en la gestión de los elementos que conforman la identidad corporativa de una marca, como sus diferentes representaciones gráficas y estrategias de publicidad y mercadotecnia convencionales.
En conclusión, si implementas el branding digital en tu compañía contarás con procesos efectivos para gestionar tu presencia en las redes sociales e Internet en general, lo que brinda grandes beneficios.
Ventajas del branding digital
Al aplicar el branding digital garantizarás que los contenidos que ofrezcas en el blog de tu web sean coherentes con la filosofía de tu negocio e, incluso, su identidad visual.
Además, desarrollarás tus estrategias de interacción con el público a través de las redes sociales bajo las mejores prácticas.
Sumado a esto, una buena estrategia incluye técnicas de optimización en motores de búsqueda (SEO, por sus siglas en inglés).
Esto permitirá que tus diferentes contenidos y publicaciones ocupen posiciones privilegiadas en páginas como Google y Yahoo.
Ubicarte entre las primeras opciones de los motores de búsqueda te servirá para generar confianza entre los usuarios y establecerte como una marca importante en el mercado.
Beneficios del branding tradicional
En cuanto al branding, además de gestionar los diferentes elementos de la identidad corporativa de las compañías, se ocupa de medir los niveles de aceptación de los productos de una marca e identifica los clientes cautivos y potenciales para centrar en ellos los esfuerzos de promoción, entre muchas otras cosas.
Esto quiere decir que se trata de una estrategia ideal para optimizar la comercialización de los productos y servicios de las compañías y que, además, permite mejorar la percepción de imagen de las marcas en el mercado.
Como ves, ambos conceptos pueden trabajar de la mano perfectamente y resultan indispensables para las empresas que buscan que sus marcas tengan un mayor peso y exposición.
Al aplicar estas valiosas herramientas aumentarás el reconocimiento de tus bienes y servicios, normalizarás los flujos de comercialización y, además, fidelizarás clientes e incrementarás la intención de compra a tu favor.
Por último, recuerda que estas estrategias abarcan muchos procesos y áreas, así que desarrollas de forma organizada y con el apoyo de especialistas en el tema.
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